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Otoño en Berisso

11:04hs
domingo 13 de junio, 2021


Por Julio Milat (*)


Macho de Fueguero
Macho de Fueguero

Algunos ejemplares de Liquidambar, seguidos de la enredadera conocida como Falsa vid, ponen todos los rojos en la ciudad. Ambos inmigrantes: el primero de tierras norteamericanas y la enredadera de la lejana China, como mucho de lo verde que florece en nuestra ciudad. Una asignatura pendiente, sabemos más del Paraíso, del Pino o la Madreselva, que del Tala, el Palo Amarillo o el Tasi.

Los árboles urbanos tratan de zafar de la cultura popular de la poda, nos olvidamos de muchos deberes ciudadanos, pero de la poda innecesaria no, se trasmite de generación en generación, como un dogma cristalizado que no se logra disolver.

Y así comienzan al son de las motosierras, los machetes desafilados y el desconocimiento infinito, el derrame de savia por nuestras calles.

Todos opinan, pocos saben y los árboles son asimilados a meras columnas, raro agradecimiento de nuestra parte para tan nobles servicios. Nadie parece ver la belleza de los árboles sin hojas.

Paloma Yerutí

Sin una Ley de Arbolado Público, en la ciudad es muy difícil ordenar, asesorar, dictaminar en los casos que por algún problema de seguridad pública sea conveniente la poda especializada y sancionar las malas prácticas.

Las cuadras se van pelando de verde como el bello árbol de Palta que pasó a mejor vida en la calle Ostende, o peor aún, ahora ni siquiera se hacen cazuelas para los árboles en las nuevas veredas y frentes. No hay ley y menos sentido común.

Disculpas, esto es una columna para hablar de la naturaleza urbana de nuestra ciudad, perdón por no estar de acuerdo con los que atentan contra ella.

Macá grande o Huala

Tiempos de vuelos de Teros, ruidosos y en pequeños grupos, yendo de un lado a otro de la ciudad, tiempos anticipados de formar parejas.

Seguramente observaron que a veces se posan en los tinglados o techos de los galpones para gritar y perseguirse entre sí. Estos teros galponeros, así los llamo, quizás tengan memorias de antiguos pastizales o bañados en esta tierra que ocupamos nosotros.

El ramaje despejado nos regala una bella pareja de aves que destaca sus colores contra el cielo con nubes. Se trata del Fueguero, donde el macho hace honor a su nombre cual una brasa encendida, y la hembra contrasta con un amarillo verdoso. La pareja recorre la copa de los árboles y son más frecuentes de ver en la ciudad en esta estación.

Esta semana tuvimos la suerte de observar un grupo de cigüeñas sobre la ciudad, tuve que frenar el auto para cederles el paso en la esquina de nuestros cielos.

Vuelo de cigueñas

La naturaleza nos regala estos espectáculos en medio de la ciudad. No se sorprendan si ven volar golondrinas en esta época, no están perdidas ni confundidas, son Golondrinas Patagónicas que en esta época migran hasta el centro del país para pasar un invierno más benigno.

Por las noches sigue chistando la Lechuza de campanario, pasa por mi cuadra como una mancha blanca silenciosa, para eso es la suavidad de su plumaje, para detectar una laucha o un ratón ayudada por la combinación de su perfecta visión nocturna y su fino oído y llegar silenciosamente hasta el roedor sin chance alguna de poder escapar.

Garcita blanca en el canal Génova.

La más perfecta exterminadora de roedores realiza varios viajes en la noche para alimentarse o alimentar sus pichones, mientras nosotros dormimos. La que pasa por casa se confiesa todas las noches en el altillo de María Auxiliadora.

La trasparencia del monte deja en descubierto a la Paloma Yerutí, nuestra paloma montera. Caminar en una mañana de niebla por el monte, acompañado del canto quejumbroso de la Yerutí o el grito fantasmal del Macá grande o Huala, nadando en los canales, sería material de un cortometraje de suspenso, idea servida en bandeja para la productora Riocine.

Garcitas blancas en vuelo

Finalmente el Canal Génova, nuestro humedal urbano, nos regala en esta época la presencia de Garcitas blancas, viajando sobre los camalotales, que apenas comparten las dueñas del lugar, las Pollonas negras, que viven y crían sus pichones allí.

Solo Berisso te recibe con un humedal en su entrada. Ojalá el sentido común y la coherencia permitan que siga funcionando como tal para beneficios de todos.

Joseph Cornell, figura mundial de la educación ambiental dice “Para crear una sociedad que de verdad ame y reverencie el mundo natural, debemos ofrecer a sus ciudadanos experiencias en la naturaleza que sean transformadoras”. Esta ciudad te las ofrece todos los días, no permitamos que se pierdan y pasen a formar parte de los recuerdos de un Berisso mejor.

(*) El autor es el titular del MOCIA (Museo Ornitológico y Centro de Interpretación Ambiental) que depende de la Dirección municipal de Cultura.






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