La jornada del sábado, de altísima temperatura, fue propicia para el festejo sobre todo después de la puesta del sol. La del domingo debió postergarse apenas se insinuaba, dado el pronóstico, que hablaba de la inminencia en la llegada de la lluvia.
La celebración por los 60 años cumplidos desde la inauguración de la primera etapa del barrio Banco Provincia debió adaptarse a las contingencias climáticas del pasado fin de semana. Así y todo, fueron días ideales para que los vecinos encontraran espacios de encuentro y vivieran emociones intensas.
A pocos metros de la Toma de Agua, ícono fundamental del barrio, se desplegaron a lo largo de ambas jornadas stands gastronómicos e institucionales. También se pudo disfrutar de una grilla musical a la que dio forma la Dirección municipal de Cultura.
El domingo por la mañana, se concretó uno de los dos momentos que se palpitaban especialmente emotivos: la imposición del nombre “Lino Longinotti” al tramo de calle 176 que va de 32 a 32.
El reconocimiento para los primeros pobladores del barrio, previsto para la tarde del domingo, se concretará finalmente este viernes desde las 18:00 en la plaza Islas Malvinas de 175 y 33. Para la continuidad de la celebración está prevista, además del reconocimiento a vecinos fundadores, el descubrimiento de una placa por los 60 años y la actuación de Andrea Silvestro.
El homenaje a Longinotti, que tendrá un segundo tramo en el nuevo encuentro programado por los vecinos con el acompañamiento de las autoridades municipales, apunta a reconocer a un vecino que se destacó por su compromiso con el barrio y con la mejora de la calidad de vida de sus habitantes en temáticas diversas.
“Encabezó pedidos relacionados con servicios de agua potable, asfalto, alumbrado público. También fue el promotor principal de la construcción del Jardín 905 y el primer presidente de su cooperadora, cuando aún funcionaba en la Escuela 22”, rememora Marcelo Irigoiti, uno de los impulsores del proyecto presentado en octubre en el Concejo Deliberante para imponer su nombre al pasillo señalado.
“Gracias a sus gestiones cobró forma la plaza Islas Malvinas, para la que se consiguió una réplica a escala del ancla del Crucero General Belgrano y un mástil para el pabellón patrio. Pero también fue quien encabezó gestiones para contar con un cajero automático en la zona, además de ser fundador y primer presidente del centro de fomento barrial”, enumeró Irigoiti, observando que familiares del dirigente sabían que se le iba a prodigar un homenaje, pero se sorprendieron al advertir que se trataba de ponerle su nombre a una calle.
Son numerosas las calles del barrio que evocan a personalidades ligadas al mundo naval. No se trata de un hecho casual, teniendo en cuenta que desde su origen, la zona alberga a un importante número de familias de marinos, entre personal de la Armada, personal civil del Liceo Naval, el Hospital Naval, o el ARS.
