El jueves paran los profesionales ligados a la salud pública bonaerense y el viernes los que se desempeñan en el sector privado.
Con el comienzo de diciembre, se registrarán dos importantes medidas de fuerza en el ámbito de la salud. Para este jueves, la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP) convocó a un paro de 24 horas. El viernes, en tanto, se concretará la medida de fuerza convocada por FEMEBA hace ya más de dos semanas, que impactará en la atención médica de los efectores privados.
Con el paro anunciado, la CICOP da continuidad a una serie de reclamos por los que viene movilizándose desde hace meses. El paro, que se replicará el miércoles 7, estará acompañado por una movilización central en CABA que partirá desde la Casa de la Provincia de Buenos Aires. También se desarrollarán acciones en los distintos sectores de trabajo a lo largo de toda la provincia.
Entre los reclamos de la asociación de profesionales figuran una recomposición salarial, la regulación de becarios y monotributistas, la ‘desprecarización’ laboral, la aprobación de la Ley de Pases acordada en paritarias (de Ley 10.430 a 10.471), el rechazo al impuesto al salario, y la extensión del régimen de desgaste laboral a los trabajadores de la salud municipales, entre otros puntos.
Pablo Maciel, presidente de la CICOP, indicó que la protesta está acordada con organizaciones de todo el país, nucleadas en la mesa de la Federación (FESINTRAS) que representa al sector.
“El equipo de salud ha demostrado durante las últimas semanas en todo el país que no está dispuesto a seguir tolerando los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo”, se lee en un comunicado emitido por la institución bonaerense en los últimos días, en los que se hace hincapié en la aún vívida situación que enfrentaron los profesionales en el punto más álgido de la pandemia.
En el plano de los reclamos relacionados con residencias, el gremio movilizó la semana pasada. “Venimos de una conquista histórica que es el Nuevo Reglamento de Residentes, que implica el reconocimiento de aportes previsionales sin pérdida salarial, el pago de un plus por guardia y por zonas desfavorables, como así también la disminución de la carga horaria y la ampliación de licencias”, enfatizaron sus referentes en la ocasión, planteando no obstante la necesidad de que el tema salarial se resuelva “para todo el equipo de salud”, para que impacte efectivamente en la realidad cotidiana de los profesionales.
En efectores privados
Por otro lado y como se anunciara hace ya más de diez días, la Federación Médica de la provincia (FEMEBA) convocó a sus representados a parar este viernes. La medida cuenta con la adhesión de la Agremiación Médica de Berisso y apunta sobre todo a reformular el esquema de ingresos de los profesionales.
“Mientras el sistema de salud languidece, la política mira hacia otro lado y maltrata a los profesionales, olvidándose de los aplausos y las promesas hechas durante la pandemia”, afirmaron voceros de FEMEBA al convocar a la medida de fuerza.
“Nos prometieron un miserable bono de 5.000 pesos, 20 o 30 veces menos que lo que recibe un camionero o un bancario y ni siquiera fueron capaces de cumplir con esa promesa”, advirtieron en el mismo sentido, calificando de ‘paupérrimos’ los ingresos de médicos que trabajan en hospitales públicos de la provincia. “Como si eso fuera poco, muchos de nuestros colegas carecen de estabilidad laboral y se encuentran en situación precaria, sin ningún tipo de formalización”, señalaron también.
Un capítulo aparte destinan al vínculo con el IOMA, asegurando que adeuda miles de millones de pesos a sus prestadores y que continúa pagando “honorarios míseros y a todas luces los peores de toda la seguridad social”.
Días atrás, el titular de la Agremiación Médica de Berisso, Miguel Nadeff, se refirió a los alcances de la medida de fuerza convocada para este viernes. A nivel distrital, dijo, el paro involucrará a 140 médicos y afectará la atención en los efectores sanitarios del ámbito privado, más allá de que los reclamos también apliquen al desempeño profesional en la esfera pública.
“Lo que pedimos es que los médicos no estén en consultorios en las clínicas privadas. La idea es no trabajar durante esa jornada con mutuales y prepagas que trabajan por FEMEBA, incluido el IOMA. Tampoco va a funcionar el sistema de carga electrónica como medida de protesta y la Agremiación Médica trabajará a puertas cerradas”, detalló Nadeff, haciendo alusión al peligro que para el sistema representa que, por falta de una remuneración ‘lógica’, los profesionales desistan gradualmente de atender a sus pacientes por obras sociales. Una preocupación del mismo grado es que algunas especialidades, tal vez de mayor intensidad en cuanto a prestaciones, vayan quedándose acéfalas de no revertirse el panorama.
