Este viernes se presentarán en calle Nueva York varios trabajos encarados para poner en valor la zona. También se inaugurarán dos murales del artista Marino Santa María.
Este viernes a partir de las 9:30, el Pasaje Wilde, al que se ingresa por el tradicional arco de la ‘Mansión de Obreros’, ubicado en calle Nueva York y 170 Norte, será epicentro de una jornada especial, durante la que se presentarán algunos trabajos efectuados para poner en valor la zona.
También se inaugurarán dos murales de cuya confección -en mosaico veneciano- participaron el reconocido artista Marino Santa María, junto a vecinos, integrantes de la comunidad escolar del barrio y representantes del grupo de Teatro Comunitario, que construye su sala a pocos metros del lugar.
Del proyecto, que culminará con el descubrimiento de la colorida escultura de un barco de inmigrantes coronando el Pasaje, participan YPF, la Fundación Global y el Municipio, cuyos principales referentes dirán presente en el acto inaugural. Para el acto, además, está prevista la actuación de músicos de la Sinfónica municipal en formación de Camerata, quienes ejecutarán los himnos Nacional y de Berisso. También se presentarán el dúo “Besser Sturla” (música Klezmer) y el Ballet Intercolectividades.
Entre los trabajos desarrollados en el lugar en las últimas semanas figura la limpieza del histórico arco de la Mansión de Obreros, espacio concebido en 1920 por el higienista Dr. Eduardo Wilde para albergar a una gran cantidad de obreros en condiciones de higiene óptimas. También se efectuó el arreglo de cloacas, la colocación de bancos, faroles y tachos de basura y la restauración de paredes y chapas.
Arte participativo
Tras confirmar el programa para el acto inaugural de este viernes, la Directora de Cultura, Nadia Jerbes, recordó que, oriundo de Barracas, Marino Santa María es un artista egresado de las escuelas de Arte “Manuel Belgrano” y “Prilidiano Pueyrredón”, habiendo sido rector de la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón” en el período comprendido entre 1992 y 1998.
“Es el creador del proyecto Calle Lanín, por el cual se refaccionaron y prepararon las fachadas de dicha calle para finalmente intervenirlas mediante pinturas y mosaicos y del Pasaje Gardel en el Abasto; así como de numerosas intervenciones en estaciones de subte”, mencionó la funcionaria, describiendo que el proyecto para calle Nueva York se gestó hace unos cuantos meses a partir de una idea que trabajaron en conjunto YPF, la fundación Global y la Municipalidad antes de su llegada a la Dirección de Cultura.
Esta semana, el artista ofreció un taller a alumnos de la escuela de calle Nueva York, quienes conocieron la historia de la Mansión de Obreros y aprendieron algo acerca de la técnica de mosaiquismo, para luego participar de la escultura del barco que simbolizará la inmigración que ingresó al país por Berisso, para consolidar la identidad y cultura argentinas. La imagen mostrará una guarda con las banderas de todas las nacionalidades de los inmigrantes. La idea es que, una vez que se instale la escultura, quienes participaron del trabajo dejen su firma en la base para ser parte así de otro episodio importante en la histórica calle que fuera declarada Sitio Histórico Nacional en 2005.
Un poco de historia
La calle Nueva York fue en la década del 40 la arteria más cosmopolita de la provincia de Buenos Aires. Más de 17.000 obreros trabajaban en los dos grandes frigoríficos Armour y Swift con inmigrantes que llegaban en barcos al puerto y se alojaban por turnos de 8 horas en la Mansión de Obreros, un hogar pensado para albergar a una inmensa cantidad de obreros en condiciones de higiene óptimas.
A diferencia de los conventillos de la época que se trataban de casas aristocráticas abandonadas por las pestes y tomadas por inmigrantes, la Mansión Obrera fue el primer edificio construido especialmente para albergar inmigrantes, teniendo en cuenta las condiciones de salubridad necesarias para garantizar el recambio diario de tres turnos de huéspedes, modalidad conocida como “camas calientes”.
El creador de la Mansión Obrera, el higienista Dr. Eduardo Wilde (1844-1913), estaba interesado en superar y mejorar las condiciones de vida en los conventillos. Sus ideas iban en el mismo sentido que las del Dr. Ramón Carrillo (1906-1956) que desarrolló sus propuestas de higiene y salud públicas en el Barrio Obrero de Berisso.
