Por Luciano Delle Ville
El Parlamento Internacional de los Estados para Seguridad y Paz (IPSP) nació en diciembre de 1975, como organismo internacional registrado en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Con presencia en 184 naciones, es actualmente presidido por Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, a la vez Jefe de Estado de la República de Guinea Ecuatorial.
El organismo trabaja en articulación con Naciones Unidas, persiguiendo sus mismos objetivos, interviniendo en todos los conflictos o controversias internacionales en los que la paz esté en riesgo. Pero no sólo actúa ante la amenaza que representa una guerra, sino también ante otras situaciones, como las que afectan la ecología, tal por ejemplo el caso de la instalación de ‘pasteras’ en la costa del río Uruguay.
Con un equipo de expertos diplomáticos, el Parlamento estuvo presente en los últimos años en decenas de conflictos, entre ellos el protagonizado por árabes e israelíes y el que en los últimos años pusieron sobre la mesa los integrantes del ISIS.
El organismo tiene su sede central en Italia y está articulado sobre una cámara de senadores y otra de diputados. La presidencia es votada por los cuatrocientos senadores que integran el Parlamento.
Presencia en la zona
Christian Abdelnabe Rasmussen es Embajador del IPSP para toda el área de Sudamérica. Su carrera en el Parlamento comenzó cuando fue designado diputado y encaró sus primeros trabajos de campo. Fue agregado comercial en la Embajada del Uruguay y tuvo otros destinos en Europa, hasta que fue designado como segundo jefe de Misión en Sudamérica, detrás del que era Embajador en ese momento, Eduardo Cuneo de Osorio.
En breve, Abdelnabe Rasmussen y su equipo intentarán tender una mano para ayudar a Venezuela a resolver la dura situación social por la que atraviesa, atendiendo problemas sanitarios y alimentarios.
“Tenemos muy bajo perfil, pero intentamos hacer bien las cosas”, advierte el Embajador. “Tenemos llegada a los informes, los conflictos y los líderes de los partidos. No nos retiramos hasta que el conflicto esté solucionado”, observa también.
El Parlamento también está vinculado con el Gran La Plata (La Plata, Berisso y Ensenada), persiguiendo la finalidad de cooperar con distintas organizaciones, entre ellas la Fundación Abraham, que impacta diariamente en varios miles de jóvenes.
El vínculo surgió cuando un pastor evangélico invitó al Embajador a visitar la obra de la Fundación, que en lo que hace al culto, representa a alrededor de tres mil personas.
“El 80% son jóvenes que se divierten, bailan y festejan. En paralelo, y sin respaldo político, han sacado a 900 chicos de la droga y los siguen conteniendo para que no retornen a ese flagelo”, expone Abdelnabe Rasmussen, definiendo como ‘extraordinario’ el sistema articulado por la institución, con sede frente al nuevo Mercado Central platense.
“Sus miembros son chicos de 16 a 18 años que buscan y abordan a los niños que sufren estas problemáticas para ayudarlos a salir del conflicto. Los llevan a lo que ellos llaman ‘templo’, en donde hay colegio e incluso se programa avanzar en la creación de una Universidad”, explica.
“Hay una luz de esperanza, no solamente por cómo ellos ven a Dios, sino por cómo yo los estoy viendo”, define también, poniendo de relieve que muchas veces, este tipo de organización permite llegar a donde no llegan organismos más grandes.
“Si el Estado tuviese ‘muchos pastores Abraham’, estaríamos en condiciones de decir que vamos a derrotar a la droga”, reflexiona el Embajador, mencionando que el IPSP reconoció el accionar del religioso.
Sin fronteras
Actual vecino de City Bell, Abdelnabe Rasmussen es católico y fue reconocido con medalla de oro por el Papa Francisco. Sin embargo, su perfil es ecuménico. “No tengo problema en ir a una iglesia evangélica, o a un templo judío. A mí lo que me gusta es que la gente ayude, resuelva y dé su tiempo, con eso estamos colaborando en ayudar al otro. Me tengo que ocupar de muchas otras cosas, pero ésta me apasiona”, advierte, indicando que ante el flagelo de la droga, muchas ONG’s o Fundaciones ocupan un rol con el que debería cumplir el Estado. Con tanto por hacer, asevera, es necesario ‘fijarse en las personas’, más que en pertenencias políticas o religiosas.
“Los jóvenes hoy están globalizados, conocen que es lo que pasa, participan de manera muy activa en la sociedad, están preparados y uno los puede encontrar en muchas partes del mundo. Por eso, el rol de los ‘millennials’ es clave”, señala a la hora de hablar de ‘buenos aliados’ en proyectos de esta naturaleza.
Con intenciones de compulsar por la presidencia del Parlamento, el Embajador se ilusiona con la idea de poder trasladar algún día a la República Argentina, la administración y las cámaras de la organización. El futuro dirá.
Para conocer más acerca de la actividad del IPSP se puede visitar en Internet el sitio www.parlamentointernacional.org
