Más allá de que algunos venían desarrollando algún tipo de actividad, esta semana se oficializó el permiso para la reapertura de bares y restaurantes.
En consonancia con lo dispuesto por el gobierno provincial, bares, restaurantes y cervecerías del distrito volvieron a abrir las puertas con un protocolo articulado para evitar los contagios por covid.
Los locales, que rondan un número de 20, pueden recibir a los vecinos en mesas dispuestas sobre la vereda, que deben estar separadas por al menos dos metros de distancia y sólo podrán ser ocupadas por un máximo de 4 personas. Las reservas pueden realizarse a través de redes sociales o por teléfono y, entre ocupante y ocupante, habrá un espacio de 15 o 20 minutos destinados a la desinfección.
A partir de las especificaciones del protocolo, los comerciantes esperan que el clima se ponga de su lado y piden a la gente que concurra que no prolongue la sobremesa para así dar posibilidad a otros de disfrutar de la salida de esparcimiento, que según se estipuló, no podrá exceder de la medianoche.
Si bien algunos comercios venían cocinando y entregando sus productos vía delivery, otros permanecen cerrados desde que comenzó la pandemia, por lo que las expectativas del regreso son enormes.
“Se acumularon deudas. Hubo que solventar gastos, impuestos. No fue fácil. Estamos con ansias de ver que la medida nos ayude para de a poco comenzar a girar la rueda económica. Ojalá sea así. La vida de varios locales estuvo en peligro”, explicó en las vísperas del retorno Gastón Pérez, representante del sector gastronómico en la Cámara de Comercio e Industria local.
Clausura
El pasado fin de semana, la Dirección municipal de Control Urbano clausuró un restaurante ubicado en la zona de 36 y 173. Conforme a responsables del área, en su interior se encontraban al menos siete personas consumiendo bebidas alcohólicas sin respetar el distanciamiento social y violando la normativa vigente referida al covid.
