Conforme a datos que maneja la ONG Gestión Prodea, en los últimos tiempos experimentó un sostenido crecimiento el aumento de robo de equinos en la ciudad. Se trata en todos los casos de animales que tienen responsables y que fueron sustraídos de campos o predios privados.
En algunos casos, los caballos robados pudieron ser identificados en otros distritos gracias a las redes de comunicación generadas por proteccionistas y a la persistente búsqueda de sus dueños. “Si bien las denuncias están realizadas, los gabinetes de investigación de las comisarias no hacen nada al respecto”, cuestionan desde la ONG regional.
Según indican, en Berisso ‘se ingresan o se sacan caballo sin ningún tipo de control’ y sin que se requiera ningún tipo de documentación para identificar la procedencia de los animales trasladados.
“Los controles de las avenidas 66 y 60 y el del Puente Roma los ven pasar como parte del paisaje, sumado a la ausencia total de controles en Ruta 15”, afirman referentes de Prodea, considerando que en la fuerza policial no existe un conocimiento acabado de la figura del abigeato.
En tal sentido, recuerdan que en el articulado de la Ley 25.890 se establece que será reprimido con prisión de dos a seis años el que se apoderare ilegítimamente de una o más cabezas de ganado mayor o menor, total o parcialmente ajeno, que se encontrare en establecimientos rurales o, en ocasión de su transporte, desde el momento de su carga hasta el de su destino o entrega, incluyendo las escalas que se realicen durante el trayecto.
“Acá no se trata de caballos sueltos en vía pública, algo que requiere de la acción municipal por Ordenanza 3555/17, sino del robo de animales sanos y cuidados”, afirman voceros de Gestión Prodea, describiendo que el ingreso a propiedades privadas constituyen además un delito penal.
Frente a la problemática se viene solicitando desde hace algunos meses la colaboración del COM, puntualmente para que los operadores sean instruidos en la observación de casos de traslados de equinos, más allá de que inicialmente los animales suelen ser retirados de su lugar a pie, utilizándose como vía de escape áreas rurales que dan a accesos a otros distritos, en donde el traslado ya se realizará en vehículos.
“Si el responsable hace la denuncia es porque tiene como demostrar su titularidad, ya sea con documentación o con testigos”, afirman finalmente desde la organización proteccionista, insistiendo en su pedido para que la policía trabaje esta problemática como cualquier otro delito, procurando que las denuncias “no queden en un mero accionar administrativo”.
