El Día Mundial del Reciclaje, que se celebró el pasado 17 de mayo, fue para los integrantes del denominado “Equipo Puente” un día particularmente especial, en el que dieron el puntapié inicial de su proyecto de recolección diferenciada, que en los próximos entrará en una etapa de intensa actividad, con la puesta en marcha de un cronograma que abarcará el paso por diferentes barrios.
“¡Tenemos planta de reciclado!”, anunciaba aquel día vía redes sociales el grupo que encabeza el joven odontólogo Emiliano Stapich, reconocido por su compromiso con causas relacionadas con el medio ambiente, entre otras.
El flamante programa forma parte de un plan ecológico que contempla otras acciones. En este caso puntual, se trata de darle utilidad a la basura. “Si bien aproximadamente el 60 o 70% que desechamos es material orgánico (qué en varios países ya se soluciona con compostaje barrial, plantas, entre otras), hay un 30% de residuos sólidos urbanos. A esos RSU podemos darle una disposición adecuada”, afirman desde la organización.
“Lo que gestionamos fue básicamente una primera planta recicladora en Berisso”, señaló Stapich esta semana, haciendo alusión al centro de acopio que comenzó a funcionar en 27 y 162N y poniendo de relieve que para ello fue vital un convenio que se alcanzó con el emprendimiento local ‘Reciclados Pedro’, que extendió así su campo de acción. “Sólo reciclaba vidrio, cartón y chatarra, pero en el marco de este convenio acordamos que también pueda recibir plástico al menos una vez por mes”, precisó el referente del equipo.
Según describió, la intención es colaborar con personas que ya tienen vocación por el reciclaje sólo que no encontraban cómo canalizarla, pero a la vez, extender la conciencia respecto de la importancia de reciclado.
“Cuando la gente vea la ciudad más limpia va a tener más ganar de cooperar. También está en el compromiso municipal hacer cumplir reglamentos como la prohibición de tirar basura en la vía pública. La idea es también que se propaguen los buenos hábitos mediante talleres educativos a cargo de personal docente que tenemos programados”, indicó.
En principio, la recolección diferenciada se llevará adelante los últimos sábados de cada mes. Se recolectarán plásticos blandos (botellas); plásticos duros (fuentones, sillas, baldes); metales (latas de aluminio, cobre, etc.); cartón y papel (pueden ir juntos); pilas (se juntan solo en el punto de acopio de la Capilla San Antonio en recipientes exclusivos hechos para las mismas) y RAAES (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos). No se recolectarán vidrio ni chatarra (que podrán llevarse directamente al centro de acopio).
La pandemia y las restricciones asociadas dificultan por el momento el avance de un esquema que incluya clubes y otras instituciones con las que ya se entabló contacto. Pero en los próximos meses se apuntará a incorporar nuevos puntos de recolección. Por ahora, el cronograma al que se dio forma y guiará el recorrido de este sábado, de no mediar imprevistos, es el que sigue:
Desde el Equipo Puente se pone el acento en que el material tiene que estar seco y limpio, en bolsas bien cerradas para mantener un orden. Los centros que lleguen al centro de acopio se trasladarán luego a empresas que tienen la tecnología para el tratamiento especifico y reciben de forma mayorista tal materia prima para su comercialización.
“Lo ideal sería que a futuro podamos tener una disposición final en la ciudad”, indican desde el grupo, mencionando que en enero del año pasado presentaron al Intendente un proyecto que aborda en forma integral el problema de los residuos.
“Este año quedó evidenciado que lo que se recolectaba en ciertos puntos iba a parar al mismo lugar que siempre. Por eso queremos que se valorice la acción de cada vecino que hace separación en origen (separar en su casa) y que se toma el tiempo para dejarlo en los puntos verdes”, indicaron desde la organización.
A la vez, ofrecieron una aclaración respecto del modo en que se denomina al espacio de 27 y 162N. “Si bien cumple con los procesos de compactado y enfardado, la principal función del lugar es ser centro de acopio, así que por el momento podríamos llamarle acopiadora”, observan, aunque sostienen que tampoco sería llamarlo centro ‘reciclador’ si se considera la definición de reciclar que habla de “encomendar materiales usados a un proceso de transformación o aprovechamiento para que puedan ser nuevamente utilizados”.
El equipo espera impaciente la primera recorrida de esta recolección alternativa. “Como sabemos, las restricciones hacen que el contacto y guardar la materia adentro de un establecimiento se vuelva sumamente delicado”, indican haciendo alusión a algunas limitaciones que se enfrentarán inicialmente.
Lo que entusiasma es que la propuesta va ganando adeptos y colaboradores voluntarios. También que habrá un aliciente para quienes se comprometan con la labor. “Si se logra recaudar algo del plástico será donado a los colaboradores y los referentes de puntos de acopio”, manifiestan desde el grupo.
