Familiares de residentes de un hogar de ancianos localizado en el casco céntrico berissense manifestaron su preocupación por las demoras y la falta de información en torno a las vacunas aún no aplicadas a personas mayores de ochenta años afiliadas al PAMI.
Conforme a lo que describieron con angustia, oportunamente se efectuó una lista para girar el pedido a la obra social sin obtener por el momento una respuesta, más allá de los reclamos permanentes que efectúan integrantes del equipo del establecimiento.
“No sabemos qué hacer. De PAMI, a donde fui a hacer otro trámite, nos dicen que llamemos al 148, pero me la paso llamando y nunca consigo que alguien me atienda”, reveló la hija de una señora que habita en lugar, dolida al escuchar que otros segmentos de la población siguen vacunándose sin respetar la prioridad que deberían tener los abuelos, dada su condición de fragilidad y su alta exposición a enfrentarse con la peor cara del virus.
