Se concretó el martes en la ciudad de Buenos Aires la movilización convocada por la CGT para reclamar cambios en la política económica del gobierno nacional. Durante el acto, al que se plegaron gremios no alineados con la citada Central, así como partidos políticos y organizaciones de izquierda, se anunció la realización de un paro nacional, aunque por el momento sin fijar fecha.
La convocatoria encontró respuesta en trabajadores del ámbito público y privado, movimientos sociales y barriales que marcharon a la sede del Ministerio de Producción. Entre otros, el objetivo fue repudiar despidos masivos y pedir la eliminación a los topes que el gobierno encabezado por Mauricio Macri intenta fijar de hecho en las negociaciones paritarias.
Los oradores habían fijado el horario de las 16:00 para el inicio de los discursos. Sin embargo, el acto comenzó hacia las 15:00, para evitar situaciones de fricción que los organizadores parecieron haber advertido sobre la marcha. Luego de los discursos y no conformes con lo expuesto por los tres integrantes de la cúpula de la CGT, representantes de algunos sectores se trenzaron en algunas riñas que desembocaron en la rápida desconcentración del grueso de los manifestantes y en la permanencia de un pequeño grupo que había copado el escenario.
Presencia local en la marcha
Desde la región, se sumaron a la convocatoria trabajadores enrolados en distintas organizaciones sindicales, entre ellas el SUPeH Ensenada, la seccional local de ATE, SUTEBA Berisso, ATE Ensenada, el dirigente gremial Enrique Silvani perteneciente al Sindicato de Empleados de Comercio y la seccional local de UPCN.
También se plegó un ala política, fundamentalmente constituida por representantes de diferentes sectores del Partido Justicialista. Dijeron presente, por ejemplo, un grupo encabezado por el presidente del Partido, Oscar Colombo, en compañía de Leonel Galosi y el ex-intendente Enrique Nadeff, entre otros. También se pudo observar al dirigente Fabián Cagliardi, a integrantes del espacio “Justicialistamente” y de otras agrupaciones locales enroladas en el Frente Para la Victoria.
Ramón Garaza, secretario general de SUPeH Ensenada, presente en la marcha, subrayó el nivel de adhesión que tuvo la convocatoria.
“El movimiento obrero nuevamente está en la calle como corresponde y como debe ser para frenar a este gobierno que viene por todo. La movilización es masiva, es un ejemplo y demostración de la capacidad que tienen los trabajadores de estar organizados para la lucha”, señaló el dirigente petrolero, que participa de los intentos de reunificación de las dos CGT que funcionan a nivel regional. “Se terminaron los tiempos del diálogo. Acá se tendría que haber confirmado un paro con movilización, porque éste no es un gobierno: es un partido de los CEO’s que a través de las urnas llegaron al poder y que aplican las políticas que llevan adelante en sus empresas. La única forma de parar esto es con el protagonismo de las organizaciones sindicales y los trabajadores organizados”, expuso también.
Juan Murgia, secretario general de ATE Seccional Berisso, expuso que los estatales participaron de la movilización del martes luego de protagonizar el lunes la primera jornada del paro de 48 horas dispuesto por su gremio, que también incluyó movilización, en este caso a la Cartera de Trabajo.
“La marcha de trabajadores fue muy grande y multitudinaria. Los trabajadores ven al modelo económico del macrismo como un plan que atenta contra sus intereses. Si el gobierno no hace una lectura de esta gran movilización y no modifica el rumbo económico, está garantizando el conflicto. La apertura indiscriminada de importaciones, el ataque a la industria nacional, el ajuste sobre los salarios, tarifazos y aumento de precios son un cóctel nefasto para el bolsillo de los trabajadores”, sentenció.
