Este jueves, la Junta Interna municipal de ATE formalizó su pedido para que el Ejecutivo comunal convoque a un nuevo encuentro de la negociación paritaria de los trabajadores del sector, con el fin de avanzar en la última instancia de revisión correspondiente al período marzo 2022 / febrero 2023. Su pedido es que el ajuste final permita redondear el año paritario en una pauta de 102,5% de aumento, considerando las últimas mediciones de organismos oficiales. De ese modo, aseguran, la paritaria podría cerrar ‘sin pérdida’ para los trabajadores, dejando un piso ‘no a la baja’ para el período que comenzará a negociarse en estos días.
Desde la organización piden que para superar el índice inflacionario señalado se incorpore al salario el bono de 50 mil pesos otorgado en 2022, así como otras bonificaciones oportunamente acordadas.
El objetivo, se señaló, es que gradualmente vaya desapareciendo la diferencia entre conceptos ‘remunerativos y no remunerativos’ para afianzar el de ‘salario básico’, teniendo en cuenta que hoy, este último concepto representa sólo el 45% del total de los ingresos de un trabajador municipal, con los perjuicios que ello acarrea al sector y en particular a los pasivos.
En relación a pasantes, se pide un aumento diferido, teniendo en cuenta que los porcentuales alcanzan en forma despareja a cada trabajador. En el caso de trabajadores contratados por el sistema de horas cátedra, los aumentos se vienen discutiendo en una mesa técnica conformada por solicitud de la Junta Interna de ATE, de la que participan autoridades y gremios.
Para el período marzo 2023 – febrero 2024 el pedido es fijar pautas trimestrales con revisión. “El objetivo es mantener una paritaria abierta que permita convocarnos antes de que el contexto inflacionario ponga en riesgo el poder adquisitivo de las y los trabajadores municipales”, remarcaron desde el gremio.
