Tal como lo anunció durante la primera reunión paritaria, el gobierno de María Eugenia Vidal, a través del Ministerio de Educación, depositó 4.500 pesos en la cuenta de más de 35.000 docentes que no faltaron a clases durante el 2017. Esta medida, que desde un principio se mantuvo por fuera de la negociación salarial, tuvo como finalidad ‘reconocer a los docentes que hayan asistido a la totalidad de las tareas que le fueron asignadas durante el ciclo lectivo 2017’. Cabe aclarar que este pago, único y proporcional al tiempo trabajado, fue el puntapié inicial que introdujo a la discusión paritaria el tema del ausentismo que, según dejaron trascender desde la órbita educativa, le cuesta a la Provincia 19 mil millones de pesos al año.