A cuarenta años de la Guerra de Malvinas, la obra “Soberanas” custodia el centro de ex-soldados berissenses.
Integrantes del Centro el Veterano Ex-Combatiente de Malvinas y del grupo Vivir Mosaico protagonizaron el acto de inauguración de la obra “Soberanas”, que a 40 años de la Guerra Malvinas ya se luce en la fachada de la sede del CEVECIM, en 8 entre 159 y 160. La concreción del trabajo artístico se complementó con una remodelación del frente, en el que se efectuaron tareas de pintura y se colocó una nueva placa de metal que lleva el nombre del CEVECIM.
Luego del corte de cintas que le dio el tono formal a la terminación a la obra, en el interior de la sede, el presidente del CEVECIM, Jorge Di Pietro, puso el acento en la importancia de la jornada.
“Este trabajo tiene que ver con malvinizar. Por sobre todo agradecemos a este colectivo de artistas, porque en este mural cada una de sus integrantes depositó un pedazo de su corazón”, indicó.
A la vez, destacó que “Soberanas” está vinculada con la esencia del Centro, que el año próximo cumplirá treinta años de trayectoria, nucleando a ex-soldados conscriptos y civiles.
“Soberanas es para nosotros una obra de arte que nos lleva a pensar en la verdad de lo que ocurrió en 1982 y todo lo vivido después. Pero también nos invita a reflexionar en la soberanía y en que los problemas se deben solucionar con el dialogo. Nosotros somos pacifistas, antibelicistas y no creemos en las guerras. Este mural refleja las consignas del CEVECIM”, enfatizó Di Pietro.
El trabajo fue proyectado y realizado por el grupo Vivir Mosaico que forma parte de la Escuela Taller de Mosaico que dirige Lorena Faiad en La Plata. La labor fue coordinada por un equipo que integraron Marcela Alarcón, Vanesa Bonnot, María Daniela Castagnasso, Laura Nash y María Inés Ortelli, y reunió en total a unas cuarenta personas, entre ellos artesanos y profesionales ligados al que se conoce como “arte musivo”.
Cada año, el grupo se propone donar una obra-mural a alguna entidad de bien público de la región que tenga una misión social. Para llevar adelante la que hoy distingue al CEVECIM, los artistas donaron proyecto, materiales y trabajo.
“El mural está compuesto por una seria de teselas de cerámica, vidrios y venecitas. Además lo conforman una serie de módulos, cada uno de los cuales tiene un nombre y un apellido, pero una vez que están puestos en la pared parece hecho por una sola mano. Cada módulo es donado por cada uno de los integrantes del grupo”, contó Lorena Faiad.
Vivir Mosaico también tuvo a su cargo la ejecución del mural que distingue la fachada del Club Vostok, de la colectividad belarusa. De hecho, el nexo con el CEVECIM lo estableció Irina Oslovsky, miembro de esa colectividad e hija de Gustavo, ex-combatiente integrante del CEVECIM.
“Cuando nos pusimos en contacto con Jorge Di Pietro se nos presentó un gran desafió. Nos planteamos qué se podía contar sobre una guerra y claro está que absolutamente nada bueno. Decidimos basarnos en una temática floral y elegimos para eso las pasionarias silvestres, flores que cuando las pasamos a celeste y blanco tomó forma de escarapela”, describió la artista. “Nos ponemos de pie ante nuestros ex-combatientes, esperamos que esto sirva para dar vuelta una nueva página de sus historias”, pronunció también emocionada.
Durante el acto también se escucharon mensajes del secretario comunal de Promoción Social, Lucas Spivak, y de la presidente del Concejo Deliberante, Martina Drkos.
El momento de mayor emotividad del encuentro llegó cuando integrantes del CEVECIM entregaron un diploma a la responsable de Vivir Mosaico y medallas de la institución a quienes participaron del trabajo.
La obra
“Soberanas – 40 años de Malvinas” ocupa toda la fachada de la sede del CEVECIM. En los paños centrales se ubican estratégicamente las islas y cuarenta flores pasionarias representando los años que se conmemoraron entre 1982 y 2022. El fondo lindante a las escarapelas florales está cubierto de azulejos verdes completando las siluetas de las islas.
Para integrar la totalidad de la pared se pensó en una banda ondulante de espejos que representa el agua y en su interior aparecen las palabras Memoria, Verdad, Justicia, Soberanía, Paz y Democracia, que también pueden leer en Braille los no videntes.
La escarapela floral está inspirada en la pasionaria y los colaboradores utilizaron colores patrios en tres versiones que componen el interior de las islas.
