Vecinos que visitan periódicamente Palo Blanco con el objetivo de desarrollar actividades aeróbicas o recreativas manifestaron su preocupación por una serie de irregularidades que advierten en el camino de ingreso al balneario.
“Nadie controla nada; reina la desidia”, cuestionaron luego de referirse a la acumulación de residuos en diferentes tramos del camino, al vertido de desechos en terrenos aledaños y al ocasional ‘descarte’ de autopartes.
También plantearon su molestia por la presencia de restos de demolición en la zona del puente que se encuentra a mitad de camino entre el ingreso y la costa, poniendo de relieve que dicho material fue arrojado al curso de agua rompiendo incluso la barrera de protección colocada junto al puente.
“Es muy triste y también indigna el estado de abandono de este lugar. Cada uno hace lo que se le ocurre, sin rendir cuentas y sin que las autoridades tomen cartas en el asunto”, manifestó un habitual visitante del lugar.