Para muchos vecinos de la zona, ‘la Bajadita’ -paseo urbano ubicado en Montevideo y 13- se transformó, por la noche y sobre todo en los últimos meses, en algo así como un ‘espacio tomado’.
Botellas y latas vacías de bebidas alcohólicas desperdigadas por la calle y la vereda se exhiben como secuela de las largas noches de padecimientos que suelen experimentar los frentistas. Según relatan los vecinos, muchas veces, por los gritos y los ruidos, se hace imposible descansar. “A eso se suma la importante cantidad de basura, que a veces se acumula durante días”, añaden.
El caso, describen, es que algunos jóvenes deciden reunirse diariamente allí, para compartir tragos, en veladas que en general se alargan hasta avanzada la madrugada. Si bien la situación fue planteada ante autoridades municipales y policiales, con el objetivo de conseguir una convivencia ‘lógica’, solo se consiguió hasta el momento que esporádicamente pase por la zona una patrulla, lo que no alcanza para resolver la problemática que enfrenta el barrio.
