Oficiando de cronista tras tomar conocimiento de la historia mientras visitaba el balneario La Balandra, el vecino Gustavo Aquino grabó un video en el que se ve a un chico ayudando en su rehabilitación a una pequeña ternera.
El joven se llama Ezequiel, tiene como oficio el de pescador y es un amante de la naturaleza, al punto de que cría caballos, ovejas, chivos, patos, gansos, conejos, gallinas y perros, que viven en armonía.
La historia de ‘Mamá’, la ternerita, es especial. Según reveló Gustavo, alguien le pegó con un palo, quebrándole la columna y llevándola a perder un ojo. Permaneció echada casi un mes y el desenlace fatal parecía cercano, hasta que apareció Ezequiel.
“La cargó en la camioneta y la llevo a la Facultad (de Veterinaria de la UNLP). Lo ayudaron pero no le dieron muchas esperanzas. Así y todo, el ‘Eze’ no se rindió y después de cuidarla un tiempo la volvió a llevar. Los profesionales no pueden creer el progreso de ‘Mamá’ y ahora son muy optimistas”, describió el vecino.
Por estos días la terapia continúa con masajes diarios y sobre todo con mucho cariño. El paso siguiente, es intentar que la pequeña vaquita comience a caminar sola. Por ahora, Ezequiel le marca el paso y la auxilia en sus intentos, convencido de que en cualquier momento la recuperación será completa.
“Decía el escritor José Ingenieros que hay alguien que arroja un vidrio en la playa, pero hay quien se agacha a recogerlo. Ojalá hubiera muchos ‘Ezes’ comprometidos a reparar el daño que hacen otros humanos, en este caso a un inofensivo animal”, reflexionó Aquino, agradeciendo públicamente a los médicos veterinarios de la Facultad que se preocupan por la salud de ‘Mamá’.
