“Sin igualdad religiosa no tenemos una completa libertad religiosa”, expone su presidente, el berissense Gabriel Miraz Piczaka.
En los últimos días quedó formalmente constituida la organización ALIRA (Alianza Argentina para la Igualdad y la Libertad Religiosa), que tiene como presidente al ministro religioso Gabriel Miraz Piczaka, ligado a la Iglesia Evangélica Luterana La Cruz de Cristo y a la Iglesia Dinamarquesa en la Argentina.
Entre sus objetivos, sostienen quienes la impulsan, figura el de “velar por la libertad religiosa en todo el territorio nacional”, asesorando y asistiendo jurídicamente a todas las denominaciones religiosas que lo requieran, así como el de “peticionar ante los poderes de los estados nacionales, provinciales y municipales el cumplimiento de las leyes vigentes en materia de libertad religiosa”.
Para el presidente de ALIRA, a quien acompaña como secretario el pastor Carlos Rithaud, resulta contradictorio que un país que se declara laico ‘otorgue beneficios a un solo culto’. En tal sentido, considera necesario desempolvar proyectos para dar carácter de ley a la ‘igualdad religiosa’, para que los credos constituidos en Argentina “dejen de ser meros espectadores o simples invitados de protocolo por un solo culto que siempre se ha manifestado como mayoritario y ha gozado de privilegios por encima de otros”.
Conforme a sus referentes, ALIRA representa a miembros de las tres grandes religiones del tronco abrahámico (cristianos, judíos y musulmanes), así como a otras también legalmente inscriptas.
