COLECTIVIDADES

Seguimos conociendo historias de inmigración

13:11hs
jueves 24 de septiembre, 2020



Seguimos recibiendo en nuestra línea de Whatsapp (221) 314-4927 fotos y reseñas de quienes quieran compartir un recuerdo de sus familiares inmigrantes. A continuación, otro adelanto del material que vamos recibiendo, que luego ensamblaremos para compartir en una publicación final.

La abuela Sara

Escribe Roberto Reichman

Este es el pasaporte de mi abuela Sara Kreindla Gorodezer y de mi mamá Ana Waks y su foto con mi abuelo, que había llegado tres años antes de Polonia, hoy Ucrania. Esa foto es en una casa de un paisano en calle Nueva York, dos días después de haber pisado Argentina. Por suerte salieron justo, ya que poco tiempo después ya no lo hubieran podido hacer por ser de religión judía. Quedó mucha familia allá, también por parte paterna, asesinados en el Holocausto.

Stanislava y José

Escribe Jorge Drkos

Es la foto del pasaporte de mi abuela Stanislava Kajim y mi papá Jose Drkos. Mi abuela nació en el Imperio Austrohúngaro, viajó como yugoeslava y se murió siendo croata: un resumen breve de la historia de los pueblos eslavos de los Balcanes. El primero de mi familia que llego a la Argentina y a Berisso fue mi bisabuelo Miguel Kajim, quien envió el pasaje para mi abuelo Ianco (Juan) Drkos. Ellos trabajaron aquí y enviaron el dinero para que viajaran en barco vía Alemania (que estaba en preparativos para la guerra) a mi abuela Stanislava y a mi papá, que es el último Drkos nacido en el pueblo de Bosiljevo, cercano a  Zagreb.

Manuel

Escriben hijas, yernos y nietos

Manuel Vispo Vaquero llegó desde Orense (España) con tan solo 6 años, viajando con su madre y tres hermanos. El viaje fue en el barco Highland Rover, que partió desde el puerto de Vigo, llegando al puerto de Buenos Aires el 13 de enero de 1926. Fue un duro trayecto, como el de tantos inmigrantes: imaginen a una mujer sola con cuatro niños pequeños en la bodega de un barco, movida por la esperanza de reencontrarse con su esposo. Después de un mes de viaje y un largo camino logra reunirse la familia y encontrar su lugar para vivir en La Balandra, dedicándose al trabajo de la madera. Luego de pasar su infancia y su juventud en la zona del monte se casó y decidió mudarse con su esposa a la ciudad, más exactamente al barrio Villa San Carlos, donde formó su hogar y  nunca más se fue. Mucha gente lo conoció como ‘Manolo’, un gran hombre de familia, esposo, buen padre, vecino y por sobre todas las cosas un excelente abuelo. Aunque él ya no está con nosotros físicamente, siempre es recordado con mucho cariño. Su anhelo fue volver a ver aquella tierra querida que lo vio nacer, pero no pudo cumplirlo.

 

Flavia y Nelda

Escribe Roberto Berardi

Mi nonna Flavia Fiadone y mi tía Nelda Bologna llegaron en noviembre de 1967. Dejaron parte de la familia atrás y se vinieron con mi abuelo con el sueño de una vida mejor. Acá la encontraron y pudieron incluso disfrutar de sus nietos. Cuando ellas vinieron yo tenía diez años. En 1976 llegué yo, que también soy italiano, con el resto de mi familia. Hoy vivo en Gonnet e integro la Associazione Abruzzesa de Ensenada.

Ján y Julia

Escribe Noelia Paulik

Comparto algunas imágenes de mi familia. En la primera puede verse a Ján Paulik y Julia Dvorský de Paulik el día de su casamiento en Bratislava, Eslovaquia. En la segunda aparece (primera a la derecha) Norma Paulik, en la Colectividad Eslovaca de Berisso. En la restante, una postal de las fiestas en casa: visita a los abuelos Jan Paulik y Julia Paulikova de sus hijos Juan, Ana y Julia, sus nietos Norma, Luis Sluka y Juan José Paulik y los primos Wagner.

Basilia y Zacarías

Escribe Sergio Delicostas

Quería compartir una publicación del Diario El Día efectuada en el año 1940. Allí se ve a los inmigrantes griegos Basilia Ialuris y Zacarias Delicostas.

María

Escribe Giuseppe Marraffini

Con mi hermano Domingo (en la imagen a la derecha) junto a mi mamá María Berardi. Por ser menores estábamos en su pasaporte. Si bien somos inmigrantes italianos (nací en Carpineto Sinello, provincia de Chieti, en el Abruzzo), nos embarcamos en Burdeos (Francia), ya que antes de llegar a Argentina estuvimos emigrados 2 años en Bélgica, donde mi padre Juan Marraffini trabajó en las minas de carbón. Para encontrar un lugar en el que embarcarnos, todos -junto a mi hermano mayor Pierino- tuvimos que cruzar desde Bélgica hasta el sur de Francia, con toda la historia que conlleva dicha travesía. En la otra foto, toda la familia antes de salir de Bélgica, en julio de 1949. Yo tenía entonces diez años.

Etiquetas en la noticia

Berisso colectividades historias inmigrantes





Otras noticias


Mundo

EL MUNDO DE BERISSO © 2024 - Edición Dígital. Todos los derechos reservados.