La Escuela Nº 10 “General Don José de San Martín” celebra este viernes sus cien años de vida.
Cuando los inmigrantes llegaron buscando abrigo vieron la necesidad de que sus hijos comenzaran a transitar por el sistema que brinda la educación formal. Nació así, el 9 de noviembre de 1916, la por entonces Escuela Nº 60.
Su sede se dibujaba en una propiedad del banco Tornquist ubicada en las inmediaciones de la vieja estación ferroviaria, espacio actualmente cercano a la terminal de la línea 202. Por entonces se pagaba por el alquiler de la propiedad de 3 habitaciones de ladrillo y un aljibe la suma de 35 pesos.
En 1918, la finca pasó a manos del Banco Belga y 4 años después la compró Modesto Suárez, esposo de la Directora del colegio y hermano del famoso boxeador Luis Ángel Firpo, conocido como el ‘Torito’ de las Pampas.
Fue en 1928 que la Escuela comenzó a funcionar en dos turnos. En 1937 gestionó la creación del quinto grado, que se materializó para el ‘39. Como la matrícula crecía, en 1948 se buscó un terreno para el emplazamiento definitivo. Ubicado en Montevideo y calle El Ombú se logró finalmente el objetivo gracias a la donación que realizó el Hogar Social.
La casilla del flamante quinto grado de la Escuela 60 se trasladó y, en 1951, se inauguró la casa propia junto al histórico ombú que sigue identificando al colegio.
Para 1960 se cerró la galería para dar lugar al actual salón de actos y en 1979 encontraron como padrinos a los miembros del Centro Mutualista de Suboficiales Retirados del Ejército de La Plata quienes hicieron entrega de la bandera ceremonia.
Celebrando su 75º Aniversario, la escuela se convirtió en pionera en el distrito implementando a partir de 1991 la doble jornada, extendiendo su horario hasta las 16:00.
Con un siglo de vida, actualmente trabaja educando a 174 alumnos con orientación en plástica, los que este viernes a partir de las 10:00 se sumarán al acto académico.
Para la ocasión se espera la presencia de autoridades municipales y provinciales. La banda del Regimiento Séptimo de Arana ejecutará las estrofas del Himno Nacional, los alumnos mostrarán lo aprendido durante su recorrido escolar y se alzarán las copas durante el brindis de honor.
Según explicó la directora de la Escuela, Susana Brunatti, la escuela trabaja actualmente articulando con las familias y la comunidad, persiguiendo los pilares que dieron origen a su creación y buscando ‘propuestas motivadoras y atractivas para generar la participación y asistencia diaria de todos los niños’.
El proyecto institucional, asegura, nació de un ‘sueño colectivo que se sigue construyendo en el día a día’. “Descubrimos junto a los niños un universo que muchas veces nos fue vedado. Los libros, la lectura, la producción, las narraciones, la música, la escultura, la danza y la pintura han ingresado en nuestras aulas para quedarse”, define.
Otro aspecto en el que se pone el foco especialmente es el de la diversidad. “Durante nuestro transitar diario por los salones, el patio, la cocina, los rincones de la escuela, cada uno de los que por allí caminamos descubrimos ser aceptados y valorados por lo que somos, pudiendo visualizar que las diferencias suman y que somos sujetos de derecho sin importar la edad, clase social y saberes”, expone la Directora, parafraseando al pedagogo brasileño Paulo Freire al sostener que “no hay compartir que no lleve un proyecto, no hay proyecto que no conlleve un sueño, no hay sueño que no se pueda realizar sin esperanza…”
