Vecinos de la zona de 15 y 165 advierten que el calor empeora las cosas, pero aseguran que desde hace 5 años viven un infierno permanente por problemas con la presión del agua.
Desde hace al menos cinco años, vecinos de la zona de 15 y 165 batallan para poder en sus domicilios un caudal de agua que les permita enfrentar las necesidades cotidianas. El agua llega en cuentagotas, no llega, o llega en un estado de potabilidad muy dudosa. Los reclamos, dirigidos tanto a la empresa ABSA como a la Municipalidad, suman decenas.
“Nuestro problema de baja presión no se da solamente en la época de calor. Tiene que ver con que el caño que pasa por la vereda de nuestras casas está obstruido en un 90 por ciento. Es un caño de fundición de hierro que está tapado por el óxido”, explica un vecino. “El caño fue reparado por una rajadura en mi propia vereda y me guarde el pedazo que reemplazaron (foto). En esa oportunidad la empresa nos dijo que a la brevedad iban a tener que reemplazar o destapar el caño con una mecha, cosa que durante estos cinco años no ocurrió”, completa.
La situación fue de mal en peor hasta que en agosto las canillas quedaron prácticamente secas. “En los últimos meses, desde que empezó el calor, tenemos agua solamente durante dos horas de la madrugada”, manifiesta el frentista, esperando que el recambio de cañerías se concrete en breve.
