(Adelanto) Como el cuerpo de un gigante que se despereza, minutos después de este mediodía una grúa pórtico de las instalaciones de TecPlata comenzó a moverse. La terminal del Puerto La Plata dio así inicio efectivo a sus operaciones regulares.
Un contrato de tres años firmado con la naviera brasileña Log-In, estipula que el buque Jacarandá -de 207.869 m de eslora, 29.80 m de manga, y 16.71 m de puntal- brindará un servicio quincenal que conectará a TecPlata con 6 puertos de Brasil.
La operación de la jornada, de un altísimo valor simbólico, culminará cuando en el transcurso de la tarde queden apilados a bordo del barco un total de 32 contenedores, con producto de exportación de la empresa Petrocuyo.
Esta primera exportación realizada a través de la estación portuaria local tendrá como destino final Brasil. Antes de soltar amarra, el Jacarandá habrá dejado otros 40 contenedores, que una vez completos con polipropileno producido por la empresa con sede en Ensenada, esperarán la segunda visita del buque para dar continuidad a las operaciones proyectadas.
Antes de que los engranajes comenzaran a moverse, en la explanada de la terminal, autoridades provinciales y de la región compartieron con directivos de TecPlata, autoridades del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata y numerosos invitados ligados al sector productivo, un acto en el que hicieron hincapié en el trascendental momento que les tocaba presenciar.
Entre los presentes estuvieron, además de los anfitriones Bruno Porchietto (CEO de TecPlata) y José María Dodds (presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata), el vicegobernador Daniel Salvador, el ministro de Producción Javier Tizado, el subsecretario de Puertos y Vías Navegables y Marina Mercante, Mariano Saúl, y los intendentes Jorge Nedela (Berisso) y Julio Garro (La Plata).
Sin grandilocuencias, los oradores hablaron de los frutos del trabajo en equipo y del consenso, de la importancia de la articulación público-privada y de las expectativas en cuanto a la generación gradual de empleo. Al mismo tiempo y otorgando signo positivo a la noción de competencia, coincidieron en la necesidad de mostrar los beneficios que ofrece el Puerto La Plata a potenciales clientes; de hecho, el propio Porchietto mencionó que atiende diariamente varias consultas de firmas interesadas en salir al mundo a través del Puerto La Plata.
Casi todos, pero fundamentalmente los representantes de la región, marcaron también la necesidad de ‘curar’ viejas e históricas frustraciones. Se mostraron entonces partidarios de la prudencia, aunque de una prudencia que no conspire contra el entusiasmo, ni contra el optimismo.
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