Esta semana, integrantes de Unión Berissense y el PRO Berisso pusieron en marcha un proyecto que idearon con el fin de asistir a los perros en situación de calle. Se trata de la instalación de ‘comederos’ en diferentes barrios del distrito en los que se detectó una alta población canina en la vía pública.
Daniel Del Curto, uno de los impulsores de la iniciativa, especificó que desde el sector se advirtió la creciente presencia de perros abandonados en calle Nueva York, el Barrio Náutico, el Barrio Obrero y varias zonas de La Franja.
“Vemos que no hay una organización que ponga seriamente atención a la situación de estos animalitos. Hay algunas ONG que se encargan, pero no alcanza. Además de instalar comederos, haría falta encarar una campaña de adopción. En charlas que mantengo con los vecinos siempre recalco que en lugar de comprar un perro de raza, piensen en los que no tienen hogar”, señaló el dirigente. “Como eso, también es fundamental trabajar en desparasitación y castración. Multiplicando la castración y promoviendo adopciones habría muchos menos perros deambulando por ahí”, sostuvo en el mismo sentido.
En lo que hace concretamente a los comederos, pidió a los vecinos que cuando encuentren un punto de alimentación cercano a su domicilio, si está dentro de sus posibilidades y quieren colaborar solidariamente, los abastezcan con un poco de alimento balanceado.
También hizo alusión a la posibilidad de que los dispositivos que se instalen sufran algún daño. “Siempre puede aparece algún problemita, la travesura de algún chico o algún acto de vandalismo. Nos pasa de hecho con la instalación de expendedores de alcohol 70/30 que ponemos aportando nuestro granito de arena en diferentes lugares como paradas de colectivos o dependencias policiales. En varios lugares detectamos que fueron dañados. Sabemos que es un problema cultural, pero no vamos a dejar de trabajar por eso”, sentenció.
Pilas desechadas
Junto a la instalación de dispositivos para brindar alcohol en espacios públicos y para que los perros en situación de calle tengan la oportunidad de alimentarse surge desde el sector un nuevo proyecto que apuntará a fomentar el tratamiento de las pilas que se desechan.
“Una sola pila de reloj contamina hasta 50 mil litros de agua. La idea sería sacarla de circulación, aislándolas con cemento y una malla de acero. En breve estaremos mostrando a través de videos en redes sociales cómo podemos hacer para colaborar desde nuestras casas. Como en todos los casos, la idea es hacerlo sin distinción de banderías políticas y por un Berisso mejor”, expuso finalmente Del Curto.
