Un feroz enfrentamiento entre dos facciones del SUPeH Ensenada dejó ayer por la tarde varios heridos y abrió un nuevo capítulo de tensión de cara a las elecciones que la filial del gremio petrolero celebrará el año entrante, luego de posponerse en el corriente como consecuencia de la pandemia.
Los episodios de violencia se generaron a pocos metros del ingreso al edificio de la sede sindical, cuando voceros de la oposición gremial, representada por la agrupación 11 de Agosto y la Agrupación de los Trabajadores Petroleros, buscaban junto a numerosos adherentes entregar un petitorio en un edificio rodeado de partidarios del oficialismo, identificados con el Movimiento Celeste bajo el liderazgo de Ramón Garaza, secretario general del gremio desde hace varios períodos.
A empujones y golpes que integrantes de ambos sectores intercambiaron sobre la avenida Ortiz de Rosas se sumaron las balas de goma que disparó la policía apostada en el lugar con el objetivo de disolver la trifulca. Con la emisión de sendos comunicados ambos bandos se acusaron mutuamente de provocar los disturbios.
Representantes de la conducción gremial aseguraron que las agrupaciones opositoras llegaron al lugar con un ‘grupo de choque’ del que participaron ‘barras bravas’ contratados. También señalaron que hubo una ‘ruptura de códigos’ ya que el compromiso era ‘acercarse pacíficamente a entregar un petitorio’ y existía un acuerdo entre las partes y la policía para que los adherentes a las agrupaciones opositoras se mantuvieran a una distancia de cien metros respecto de la sede.
En el Comunicado que lleva la firma de Ramón Garaza y Néstor Romero -secretarios general y adjunto respectivamente- se pide a la oposición ‘detener la violencia institucional’ para que los trabajadores ‘definan con el voto directo y democrático los destinos de la organización’. A los ojos de referentes del sector, la presentación del petitorio, relacionado con el reciente acuerdo suscripto por el gremio en paritarias, no fue sino una ‘excusa’ para generar una situación como la finalmente ocurrida.
En la vereda de enfrente, referentes de la agrupación 11 de Agosto advirtieron que la presentación del petitorio y la convocatoria a delegados y trabajadores que quisieran acompañarla se había hecho pública días atrás. En tal sentido, argumentaron que a sabiendas de esa convocatoria, la actual conducción del gremio convocó a militantes afines, generándose así el contexto en el que se produjo el enfrentamiento.
Conforme a su relato, quienes acompañaban el reclamo a media cuadra de la sede corrieron hacia ella con la intención de ‘preservar la integridad física’ de los referentes Chancel, Fábrega y Alí, responsables de entregar el petitorio, al advertir que podían ser blanco de un ataque violento. “Mintieron cuando dijeron que nos esperaban para recibir los reclamos, mintieron cuando dijeron que querían oír a los trabajadores y nos esperaron con un grupo de choque y con la policía bonaerense”, acusaron desde el sector.
