Vino de la Costa, frutas y verduras de estación, cerámica aborigen, artículos de mimbre, miel, polen y queso fueron sólo algunos de los productos con que se encontró el público que visitó el Mercado de la Ribera, que este sábado volvió a abrir sus puertas detrás de la pista de Atletismo “Olmi Filgueira”, a espaldas del Gimnasio Municipal.
Como es habitual, el slogan a la hora de comercializar los productos fue ‘del productor al consumidor’. Esta vez, además, se sumaron puestos de artesanos, propuestas gastronómicas y la participación de un grupo de tallistas en madera, que efectuó varios trabajos en vivo, encabezado por Walter Dobrowlañski.
Otros atractivos especiales tuvieron que ver con una visita guiada por el delta berissense y con la entrega de semillas y la realización de un taller de huerta, a través del Programa Pro Huerta del INTA.
Desde dicho organismo, como observó su representante Marcelo Miranda, se fomenta la autoproducción de alimentos, y la entrega permanente de semillas en diversos lugares como en el Vivero municipal, la Delegación II o en el Comedor “Juanito Laguna” de Villa Argüello, entre otros. “Muchos berissenses históricamente hacen su huerta, de modo que brindando las semillas favorecemos el proceso”, expuso.